Receta típica de mi abuela que nos encanta, igual que su arroz con leche, panecillos de huevo, potaje de semana santa y tantas otras... ¡Un besazo abuela!
Es importante tener en cuenta que esta receta necesita de un par de días de maceración por lo que hay que prepararla con suficiente antelación...
Ingredientes para 12 sardinas:
- 12 sardinas
- 2 ajos
- Vinagre de vino
- Agua
- Orégano
- Colorante alimenticio
- Sal
- Harina para rebozar
- Aceite de oliva
Preparación:
Machaca los ajos con la piel y todo pero no lo hagas demasiado. Según mi abuela si pelas los ajos pierden la gracia las sardinas, así que no hay más que discutir... ¡¡¡el ajo entero con su piel, jeje!!! Échalos en un recipiente donde pondrás a macerar las sardinas y añade un buen chorro de vinagre (al gusto de cada uno), agua para rebajar, azafrán, una pizca de orégano (no demasiado) y sal. Debe quedar suficiente cantidad como para que cubra todas las sardinas. Por su parte, debes limpiar bien éstas, abrirlas y quitarles la espina central, pero sin separar las dos mitades. Se hace muy fácil con las manos, aunque si lo prefieres puedes pedirle a tu pescadero que te las prepare así. Introduce las sardinas abiertas en el aliño procurando que queden cubiertas por completo, tapa el recipiente y deja macerar por lo menos 2 días en la nevera (puedes hacerlas antes sólo que estarán menos escabechadas).
Una vez maceradas podrás freírlas en abundante aceite de oliva, rebozándolas previamente en harina para freír. Retíralas sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite absorbido y listas para degustar.
Machaca los ajos con la piel y todo pero no lo hagas demasiado. Según mi abuela si pelas los ajos pierden la gracia las sardinas, así que no hay más que discutir... ¡¡¡el ajo entero con su piel, jeje!!! Échalos en un recipiente donde pondrás a macerar las sardinas y añade un buen chorro de vinagre (al gusto de cada uno), agua para rebajar, azafrán, una pizca de orégano (no demasiado) y sal. Debe quedar suficiente cantidad como para que cubra todas las sardinas. Por su parte, debes limpiar bien éstas, abrirlas y quitarles la espina central, pero sin separar las dos mitades. Se hace muy fácil con las manos, aunque si lo prefieres puedes pedirle a tu pescadero que te las prepare así. Introduce las sardinas abiertas en el aliño procurando que queden cubiertas por completo, tapa el recipiente y deja macerar por lo menos 2 días en la nevera (puedes hacerlas antes sólo que estarán menos escabechadas).
Una vez maceradas podrás freírlas en abundante aceite de oliva, rebozándolas previamente en harina para freír. Retíralas sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite absorbido y listas para degustar.
Apuntes:
- No dejes más de 2 o 3 días las sardinas en el aliño. Si ves que no las vas a consumir todas, retíralas y congélalas sin problemas. Así podrás freírlas cuando gustes.
- No tires el aliño ya que es altamente aprovechable. Con este caldo es con lo que hacía mi abuela su famoso Mojete que pondré como receta próximamente, en cuanto la vuelva a hacer (estaba tan impaciente por comerlo que se me olvidó hacerle fotos, jeje).
- Lo prometido es deuda, aquí tenéis el Mojete...
0 comentarios:
Publicar un comentario